Te Cuento Cómo me va con el Modelo Híbrido

Primero, todo el día afuera dando vueltas, llevando a la escuela, recogiendo de la escuela, ahora a clases extracurriculares de uno, luego a clases del otro, recogerlos y finalmente, llegar a la casa list@ para dormir y no saber nada de nadie hasta el siguiente día a las 6 de la mañana cuando vuelve a empezar el ciclo. 

Luego, todo el día encerrado, levántate 5 minutos antes de entrar a la escuela o el trabajo y te da tiempo suficiente para ponerte la camisa y dejarte los pantalones de la pijama calientitos; desayunabas mientras escuchabas la reunión/clase y, aunque después empezó a ser extremadamente aburrido, te diste cuenta de que estando en casa el día verdaderamente era de 24 horas.

Ahora nos enfrentamos a una nueva realidad, donde algunos días vamos, otros días no, algunas clases siguen siendo en línea y a veces hay que pararse temprano para ir a la oficina. Algunos días el tiempo te da perfecto para hacer todo lo que tienes que hacer, mientras que otros no puedes terminar ni la mitad de las cosas que tenías pendientes. Antes de frustrarnos y tirar la toalla, creo que es importante tomar en cuenta que tuvimos muchísimos años para adaptarnos al modelo presencial, previo a la pandemia, y tuvimos casi 2 años para adaptarnos al modelo remoto, durante la pandemia.

Va a haber días en los que no puedas hacer todo, en los que no termines un pendiente, no puedas ir por las compras como lo habías planeado o simplemente no puedas hacer ejercicio. ¡No te presiones! Si un día no pudiste llevar a tu hij@ a la escuela y tuvo que tomar la clase en línea, no pasa nada, él/ella seguirá tomando su clase y cumpliendo con sus deberes y tú no te habrás vuelto loc@ tratando de poner todas las palomitas en tu lista de cosas por hacer. 

Llevamos muy poquito tiempo en este modelo híbrido y es de esperarse que no todo salga perfecto, anota tus prioridades, lleva un calendario, una app de recordatorios o algo que te ayude a administrar mejor tu tiempo. Piensa si verdaderamente es necesario que salgas, si es así, considera el tránsito, sal con anticipación y ahorrarás el mayor tiempo posible. 

Todos los cambios vienen con un proceso de adaptación, no podemos mágicamente brincar de una modalidad a otra. Por eso te recomiendo ver este nuevo modelo híbrido como una oportunidad de regresar poco a poco a la presencialidad, velo como una etapa de transición donde irás reaprendiendo las rutas, el tránsito, los tiempos…y por último, velo como un filtro para priorizar tus actividades, piensa si de verdad vale la pena llevar a tu pequeñ@ hasta el otro lado de la ciudad para su clase extracurricular, busca opciones más cercanas a ti y tómense un tiempo para reflexionar si tu hij@ está haciendo esa actividad porque le gusta o porque es una obligación más. Estos últimos años nos enseñaron a poner nuestra salud primero y no habremos aprendido nada si regresamos a la presencialidad como si nada hubiera pasado, no te presiones, prioriza, administra tu tiempo y, sobre todo, cuida tu salud.

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