Confesiones de un Estudiante: La elección de carrera

Cuando llegas al último año de primaria, los maestros ocupan la excusa de que “nos están preparando para la secundaria” para justificar la cantidad de tareas y proyectos. Cuando llegas a tercero de secundaria te dicen que no puedes quejarte, porque apenas viene lo más difícil y que en LA PREPARATORIA las cosas no se van a solucionar sólo porque levantes una queja o vayas a hablar con la coordinadora.

Por fin llegas quinto semestre y cuando crees que no se puede poner peor, además de seguir entregando tareas, proyectos, presentar exámenes y tratar de seguir haciendo ejercicio, tomando agua y dormir al menos 6 horas diarias, ahora tienes que pensar en elegir carrera, pero en ningún momento nos advirtieron sobre esto. Nos dijeron una y otra vez que la preparatoria tenía el objetivo de prepararte para la universidad, pero en esos tres años, jamás nos prepararon para elegir lo que íbamos a estudiar; no nos dijeron por dónde deberíamos empezar a buscar: por lo que nos gusta o en lo que somos buenos.

Después de un par de tests de orientación vocacional donde el resultado te dice que deberías ser chef y ni siquieras sabes poner el arroz, pierdes un poco la fe en esos exámenes y tratas de buscar por tu cuenta esa carrera perfecta en donde claro que tienes que ser feliz, porque no vives para trabajar, trabajas para vivir; pero también tienes que ganar buen dinero, porque ya no te va a tocar una pensión y tendrás que ahorrar para cuando seas grande, y tiene que ser una carrera que no contradiga las tradiciones familiares o que al menos esté en la universidad en donde estudió toda la familia, porque si no…recibirás un millón de críticas y te harán dudar de tu decisión y tendrás que empezar el proceso desde cero una vez más. 

Son vacaciones de diciembre, esas que quieres disfrutar alejándote de la escuela y de la presión de los maestros que no paran de preguntarte si ya hiciste al menos un examen de admisión, porque se te está haciendo tarde y no vas a alcanzar lugar. Te alejas de todo eso, pensando que vas a poder relajarte y llegas a casa con toda la familia y lo primero que te preguntan es: “¿Ya sabes que vas a estudiar?”. Para evitar sentirte atrasado y sin rumbo, mencionas dos de tus opciones y te das cuenta de que acabas de cometer un grave error. A nadie le parece esa carrera y te abruman con comentarios y “sugerencias” para que sigas buscando y no te conformes. En su mente lo hacen por ayudarnos, pero lo único que provocan es que nos sintamos más confundidos y frustrados. 

Finalmente logramos elegir una carrera, comenzamos a ver el plan de estudios, comparamos varias universidades y descartamos las opciones que no nos gustan o nos gustan menos. No elegimos el alma máter de nuestros papás, ni la carrera que ellos creían mejor para nosotros, pero estamos satisfechos con nuestra decisión y sabemos que nos va a ir bien. 

Estudiante:

Elegir carrera no es fácil y si no estás segur@ de que eso es lo que quieres, no elijas por presión, la universidad no se va a ir a ningún lado, asegúrate de tomar una decisión con la que te sientas cómod@, no una que sea la salida fácil o algo para que nos dejen en paz. Tal vez la primera opción no sea la correcta, te lo digo por experiencia, al menos tuve que revisar 5 diferentes carreras para llegar a elegir la que estoy estudiando ahora. Toma las críticas y sugerencias de familiares y amigos con calma, ellos también pasaron por eso, (aunque parecen no recordar lo horrible que es que todo el tiempo te estén preguntando qué vas a hacer con tu vida) sólo están tratando de ayudar y recordar su propio proceso. Si vas a hacer un test, asegúrate que sea uno profesional y especializado, no uno gratis que te encuentres en Facebook como los que te dicen qué princesa eres.  No te rindas y sigue buscando, hay muchísimas opciones y cuando menos lo esperes encontrarás la indicada para ti. 

Papás: 

Danos la oportunidad de explorar todas las opciones y no entres en pánico por ninguna de ellas, cada carrera tiene un propósito diferente y todas son necesarias. Si puedes, evita que la familia y amigos cercanos nos pregunten qué vamos a estudiar, no estamos preparados para responder esa pregunta y ellos tampoco para oír la respuesta. Si notas que estamos confundidos, no nos presiones, es una decisión difícil que tendrá gran impacto en nuestro futuro y a veces necesitaremos más tiempo para pensarlo. Eso no quiere decir que nos quedemos un semestre o un año sin hacer nada, puedes orientarnos para que trabajemos, sigamos investigando y busquemos diferentes acercamientos con las universidades para tener una idea más clara. 

“No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones”  

– Steven Covey 

Si quieres saber cómo puedes ayudar a tus hijos con su elección de carrera o eres un estudiante que se está enfrentando a este gran cambio, no te puedes perder de nuestra entrevista con la psicóloga Jessica Serrano Flores que responderá varias preguntas y dará consejos para guiarte a través de este proceso. Asiste a través de Instagram Live este viernes 9 de Octubre a las 20:00 hrs.

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