8 meses después seguimos en cuarentena y sabemos lo difícil que puede ser estar atascado en una rutina donde no está permitido salir de casa a darse un respiro. Sin embargo, debemos recordar que en casa estamos seguros, saludables y que, al permanecer así, no sólo nos cuidamos a nosotros, sino también protegemos a los que más queremos. Y aunque a veces sean ellos los que nos vuelven locos y nos hagan tener ganas de salir, hemos aprendido más sobre ellos, conocemos a nuestros hijos en un ambiente completamente diferente, los vemos tomar clases y llegamos a entender muchas cosas que a veces dábamos por hecho; aprendemos más sobre nuestra pareja y todos nos involucramos en un ambiente familiar mucho más profundo que el que teníamos cuando sólo nos veíamos para desayunar y cenar.
No sabemos por cuánto tiempo más seguirá esta contingencia, pero para ayudarte a sobrevivir por lo que reste, aquí te dejamos algunos consejos para aprovechar al máximo a tu familia en estos tiempos de pandemia:
Mantén el orden, pero no ordenes:
La mayor parte de su vida nuestros hijos han asistido a la escuela sin la constante supervisión de los padres. Ayúdalo a concentrarse mientras está en las clases virtuales, pero no te involucres de más. Él/Ella está acostumbrado a sus profesores y tiene sus propios métodos para tomar apunte y poner atención a clase. Evita regañarl@ si se está tomando un descanso después de clases antes de hacer tarea, estar frente a la pantalla todo el día puede ser agotador para ellos.
Actividades juntos
Aprovecha esos pequeños tiempos libres para hacer actividades en familia, si esta involucra ejercicio físico, ¡Mejor aún! Esto ayudará a que mejoren la convivencia familiar, se despejen de los deberes y la situación actual; y mantengan una buena salud física.
Tiempos a solas:
Así como es importante pasar tiempo juntos y aprovechar el tiempo en casa para mejorar la convivencia familiar, también es indispensable que cada uno tenga su espacio y tiempo para relajarse y hacer algo que le guste individualmente.
Establecer rutinas:
Para lograr una sana convivencia en un espacio pequeño, es mejor que exista una buena sincronización de los tiempos y los espacios, así evitaremos peleas por el ruido de la tele mientras los hijos están en clases, la mala conexión de internet o que no todos los días podremos comer en familia por los diferentes horarios. Hay que aprender a adaptarnos y que, aunque estemos en la misma casa, no podremos coincidir en todos los tiempos, pero saber cómo están los tiempos de cada uno ayudará a tener una mejor sintonía en nuestras actividades.
Responsabilidades iguales:
Así como nosotros estamos aprendiendo de las actividades de nuestros hijos, es momento de que ellos se involucren un poco más en las nuestras. Enseñemos que estar todos encerrados no nos convierte en un hotel todo incluido y que, si bien nuestros hijos tienen sus clases, ahora cuentan con más tiempo para hacerse cargo de algunas cosas extra dentro del hogar. Asígnale tareas pequeñas como: poner la mesa para comer, levantarla al terminar, lavar sus platos o poner a lavar la ropa. Esto ayudará a crear un ambiente de colaboración y unión para sentirse más apoyados unos con otros.
Esta contingencia es una oportunidad para acercarnos más y valorarnos, pero sabemos que también puede ser complicado convivir todo el día, todos los días con las mismas personas, pero recuerda que todo es temporal y que hay que aprender de cada circunstancia que se nos presente y enseñarles a nuestros hijos a hacer lo mismo.